Leido por José Cruz Cabo el día 8 de Febrero de 2013
"Es un gran honor y una enorme satisfacción que Olimpia Martínez Rodríguez, me haya pedido que la presente en esta acto, en el que este magnífico Grupo de Los Tranquilos, le van a ofrecer un homenaje, por tantos años de carnavalera, como lleva Olimpia disfrutando y haciendo disfrutar a los demás de su gracia, su ingenio, sus disfraces, y su alegre manera de vivir el carnaval de nuestra ciudad. Fue de las que a principios de los años cuarenta, tenía que correr con su disfraz por las calles, para que la guardia Civil no le multara, pasados unos años contrajo matrimonio, con su amor de toda la vida, Jesús Cendón, que aunque gallego, supo adaptarse a la alegría y el entusiasmo de Olimpia por el carnaval, y también se disfrazó y corrió con ella por nuestras calles, hasta que en mil novecientos sesenta y nueve, declaró el carnaval, el entonces alcalde, Leandro Sarmiento, con la ayuda de otro carnavalero reclacitrante, como fue Julio Otero, entonces concejal, los carnavales como Fiestas de Invierno, y salió el primer grupo, en el que también estaba Olimpia, y que dio la campanada en ese año, siendo el ejemplo de los que han venido a posteriori, hasta hacer que el carnaval de nuestra ciudad haya cogido la fama que hoy tiene, tanto en España como en el extranjero. Pero Olimpia y Jesús, no se conformaban con eso, aunque después pertenecieron a otros y hasta salían con amigos, ya que en el carnaval de nuestra ciudad no se sale solo el día del desfile, también se disfruta en otros días y momentos, y en ellos Olimpia y su esposo Jesús, no faltaban a la cita durante el resto de los carnavales. Olimpia cosía, imaginaba y confeccionaba los disfraces, en los años de la más férrea dictadura, se ponía uno cualquier disfraz, pero después había que dar la nota, y lucir las mejores galas de disfraces que se pudiera, y entonces también salía a relucir su ingenio y su elegancia, para formar disfraces que llamaran la atención por su originalidad. En aquellos años en nuestra ciudad, no había tiendas especializadas en tela para disfraces, y Olimpia y Jesús, iban a Madrid expresamente a comprar cosas para los disfraces que habían pensado ponerse. Ella ha metido el carnaval también en sus hijos y nietos, tengo en mi memoria verlos a los dos, con sillas de niños, disfrazados todos, disfrutando y haciendo disfrutar a la gente con sus disfraces, su alegría y su ingenio y así lleva casi sesenta años, disfrutando y haciendo disfrutar a los demás con sus disfraces, y al mismo tiempo pasándoselo en grande durante las carnestolendas, pues a ella el baile y la diversión, siempre han sido una característica de su vida, siendo alegre y haciendo que los demás se diviertan.
Siempre Los Tranquilos, desde la primera vez que fuistéis a mi casa, a preguntarme a quien o quienes se podía homenajear como grandes carnavaleros, y que os reunistéis por vez primera en el Restaurante Madrid, para un acto como el de esta noche, habéis seguido fieles a estos homenajes y por ello los bañezanos os lo deben de agradecer.
No es momento para aburrir a nadie, comienza el carnaval, por eso solo nos vamos a centrar en Olimpia y por extensión en su esposo Jesús, porque ellos, como otros muchos, conservaron la tradición de disfrazarse en carnaval, sin miedo a las posibles sanciones de bastantes años y con ilusión, ingenio, gracia y bellos disfraces, han sido la semilla que ha conseguido que nuestros carnavales no murieran, sino que han sido los sembradores de que nuestros carnavales bañezanos, sean hoy un orgullo para la ciudad, una imitación para otras ciudades, y sobre todo, un espectáculo único que le ha llevado a esta distinción de ser Fiesta de Interés Turístico Nacional, para envidia de muchas ciudades cercanas a nosotros, incluida la capital de provincia.
Olimpia y Jesús, que disfrutéis de este día, y sigas muchos años más viviendo los carnavales como vosotros sabéis hacerlos y a este magnífico Grupo de Los Tranquilos que continuen con estos homenajes que son ya parte de la historia de los bañezanos. A todos gracias por ser como sois.
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